martes, 17 de julio de 2012

La Giralda de Sevilla y la Catedral


La Giralda de Sevilla es uno de los monumentos más reconocidos de la ciudad (y casi de España) a nivel mundial. Claro, Sevilla tiene muchos atractivos, tales como la isla de la Cartuja. No obstante, La Giralda es especial. Concretamente es el nombre que recibe el campanario de la Catedral de Santa María. Los 97 metros y medio de altura (en total 101 con el adorno de la cúspide denominado Giraldillo) tienen mucha historia e interés cultural y artístico. La parte de abajo pertenece a la antigua mezquita de Sevilla, fechada en el siglo XII. La parte superior se construyó en la época cristiana para poner las campanas.  El adorno superior o Giraldillo es una estatua de bronce que hace las funciones de veleta.

Los usos de La Giralda han sido muy variados. En un principio, era un elemento para la llamada religiosa. Posteriormente también sirvió como vivienda para el alcaide de la torre y los campaneros. En el año 1400 se instaló un reloj, y aunque ahora está en desuso, todavía conserva la maquinaria. Este monumento está lleno de anécdotas y curiosidades. Por ejemplo, Miguel de Cervantes cuenta sobre el Giraldillo en el episodio del “caballero del bosque”. El acceso a la parte superior es mediante 35 rampas, lo suficientemente anchas como para que el encargado de convocar a la población a la oración pudiera subir en caballo. En la torre hay 24 campanas con nombres tan curiosos como “Santa Cruz”, “Santa Catalina”, “San Hermenegildo”, y así sucesivamente.

Además de La Giralda, la Catedral de Sevilla tiene muchos atractivos para ser visitada. Por ejemplo, uno de los lugares más bonitos es el Patio de los Naranjos. Era el antiguo sahn de la mezquita. En un principio se utilizaba como claustro y cementerio, aunque en sus sucesivas remodelaciones ha ido ganando en esplendor y belleza. La Catedral dispone de varias puertas con nombres muy característicos, por ejemplo, la Puerta del Perdón, la de la Concepción o la del Príncipe.

En la parte interior de la Catedral se pueden contemplar varios tesoros de incalculable valor. Uno de ellos es el Altar Mayor, construido entre 1482 y 1564. Se considera como el más grande de la cristiandad. Lo cierto es que es una estructura de madera policromada que es francamente impresionante. Sus 30 metros de alto por casi 20 de ancho tardaron cerca de un siglo en tallarse. Este lugar sagrado también es muy conocido por tener los restos de Cristóbal Colón. Dichos restos se guardan en un monumento que es obra de Arturo Mélida y Alinari. Aunque el monumento es más reciente que otras partes de la Catedral, no cabe duda que el interés histórico que suscita es muy grande.

La Catedral se puede visitar de lunes a sábado entre las 11 y las 17:30, y los domingos entre las 14:30 y las 18:30. Cabe mencionar que la Catedral cuenta con visitas especiales para niños, para hacerles más atractivos los tesoros históricos y patrimoniales que contiene. El precio oscila hasta los 8 euros, siendo esta la entrada más cara. 

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