Córdoba es una ciudad tan maravillosa que permite decenas de
recorridos, todos singulares, diferentes y mágicos. El patronato de turismo de
la ciudad ha organizado muchas de estas visitas guiadas, aunque también es
posible hacerlas de forma individual. Una de las posibilidades es ver un
espectáculo que se hace cada noche durante los meses veraniegos en los Jardines
del Alcázar de los Reyes Cristianos. Se trata de inolvidable espectáculo que
cuenta con avanzadas técnicas de iluminación, proyección y sonido. También se
utilizan de forma magistral las fuentes y estanques de los jardines para
conseguir una experiencia única. El pase dura más o menos una hora y media y
tiene un coste de 6 euros por adulto.
Seguro que hay muchos turistas interesados en hacer la Ruta de
Manolete. Este recorrido visita todos los lugares que formaron parte de la vida
del torero. Se puede ver dónde nació y vivió, donde creció como torero y las
tabernas que frecuentaba. Algunas de las más conocidas con Taberna Santa
Marina, Taberna La Sacristía o La Fuenseca. En todas ellas se pueden degustar sabrosas
tapas y deliciosos vinos de la zona y de otros lugares. Por supuesto, cuentan
con fotos y recuerdos impagables para los amantes del mundo taurino en general,
y los aficionados a Manolete en particular.
Córdoba es una ciudad de flamenco. Si uno tiene ocasión de visitar la
ciudad en junio podrá disfrutar de la fantástica Noche Blanca del Flamenco.
Cada año se dan cita las mejores figuras de este arte ancestral. Cabe mencionar
que en cada una de las ediciones que se han celebrado han superado sobradamente
las 200.000 personas. Así que se trata de un evento masivo que permite
disfrutar de forma increíble a los que les gusta este tipo de música.
Durante los meses de julio y agosto se celebran las Noches de Embrujo
de Córdoba. Son una serie de espectáculos de todo tipo (ecuestres, música
clásica, danza, teatro, paseos guidados y un largo etcétera) que amenizan el
verano a los habitantes y a los turistas. Y es que las calles de la ciudad
invitan a recorrer sus calles y pasear hasta altas horas de la madrugada. Como
se trata de una ciudad muy tranquila y accesible merece la pena. Cualquier
paseo debe incluir la famosa Mezquita de Córdoba, pues es el monumento
que mejor cumple como embajador en la ciudad.
Claro, y uno no puede decir que conoce Córdoba si no ha recorrido
varias veces las numerosas zonas de copas de la ciudad. Algunas de las más
famosas son la zona Vial Norte, la zona Brillante o la Zona El Arenal. No todo
es flamenco en la ciudad. En la Zona Plaza de la Corredera se pueden encontrar
sofisticados locales donde se puede tomar una copa mientras se escucha jazz en
directo. Todo tipo de músicas y variedades rítmicas se aglutinan en las
diferentes calles de la ciudad. Cualquier excusa es buena para ir a Córdoba y
tomar sus calles de forma pacífica y lúdica. ¿Te animas?
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