sábado, 14 de julio de 2012

El Madrid de los Austrias


La capital de España, Madrid, guarda numerosas sorpresas para los visitantes que decidan visitarla de forma turística.  Aun si el viaje está motivado por negocios o por otras cuestiones, es buena idea reservar algo de tiempo y disfrutar de alguno de sus muchos encantos.

Una de las zonas más bonitas de Madrid es el Barrio de los Austrias. No se trata de una delimitación geográfica precisa, más bien se hace referencia al centro histórico. Uno de los recorridos empieza en la emblemática Puerta del Sol, lugar donde cada Nochevieja se recibe el año nuevo. Este edificio es símbolo de la ciudad, y defiende tal privilegio por derecho propio. Después, es interesante recorrer el corto trayecto entre la Puerta del Sol y la Plaza Mayor. Esta calle es preciosa y llena de fachadas singulares y significativas. La Plaza Mayor merece mención aparte. Se trata de un amplio espacio que se remonta al siglo XVI. Una de sus fechas más importantes es cuando Felipe II encargó la remodelación a Juan de Herrera en 1561. 

Los soportales están llenos de tiendas antiguas y modernas, y quizás, lo más importante para un turista hambriento, de bares y tabernas donde se pueden degustar deliciosos bocadillos de calamares y cerveza fresquita, además de otras viandas, por supuesto. En uno de sus laterales está uno de los lugares más emblemáticos de Madrid, “Las Cuevas de Luis Candelas”. Se nota que el lugar está ambientado para los extranjeros (tanto por los disfraces tipo Curro Jiménez que llevan los camareros como por los precios). Pero, ¡qué más da! Uno puede tomarse una caña o típica sangría y disfrutar como el que más.

Otro de los puntos importantes de este recorrido es la Plaza de Oriente. Es un lugar impresionante que tiene varios edificios singulares como el Palacio Real y el Teatro Real. Está sobre una colina que permite ver unas vistas del Paseo de Extremadura muy bonitas, sobre todo al atardecer. El lugar es ideal para pasear, ver los monumentos o algo tan sencillo, como probar los barquillos que se venden en los puestos callejeros. Todos los días, especialmente los fines de semanas, se juntan varios cientos de personas a pasar un rato agradable. Como la zona es tan amplia caben sobradamente sin molestarse unos a otros. La Catedral de la Almudena, aunque no pertenece a este período histórico, embellece la zona y permite poner otro lugar en el recorrido.

Hay muchas más callejuelas en el Madrid de los Austrias, así como monumentos. Con una buena guía de Madrid se puede desmenuzar cada uno de sus rincones. Uno de los mayores placeres es recorrer la zona pausadamente, poco a poco, y dejar que cada rincón, cada fachada vaya impresionando al turista receptivo.

Después de tanto recorrido y visitas, apetece descansar bien. ¿Qué mejor que utilizar alguno de los excelentes hoteles que hay en Madrid? No obstante, conviene no olvidar que Madrid es una ciudad donde la noche se vive a tope. Así que no se puede dedicar todo el tiempo de relax a dormir si uno quiere vivir la genuina movida madrileña.

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