lunes, 28 de mayo de 2012

Una mirada alternativa a Salamanca


Salamanca es una preciosa ciudad mundialmente conocida por su Plaza Mayor, su importante Universidad y por otras razones como su excelente gastronomía. Los que han estado alguna vez seguramente también han oído la sorprendente historia de sus dos Catedrales. Aunque esos valores son muy importantes, la ciudad ofrece una variedad singular de lugares y rincones que recorrer con cuidado. Los turistas y viajeros que decidan pasear por sus calles sosegadamente, descubrirán muchísimo tesoros arquitectónicos y culturales, tesoros que sorprenderán al observador más exigente.

Uno de ellos es la Torre del Clavero. Se trata de una construcción del siglo XV que está ubicada en la calle Consuelo número 32. Anteriormente formaba parte de la casa de D. Francisco de Sotomayor, Clavero Mayor de la Orden de Alcántara. En este caso el Clavero Mayor era el encargado de llevar los clavos de la cruz de Cristo en las procesiones. El lugar es muy bonito. La Fonda Veracruz, ubicada en la calle del mismo nombre, sorprende por su belleza y porque en su patio tiene un edificio totalmente cubierto de enredaderas. Su estructura exterior es de adarve y los soportales guardan el gusto por lo antiguo. En la actualidad es la sede de la Escuela de la Hostelería. Vale la pena acercarse para hacer algunas fotos.

La Cueva de Salamanca está en la Iglesia de San Cebrián. Según cuenta la leyenda en este lugar el diablo enseñaba magia negra a los estudiantes. Según estos relatos populares hasta el mismísimo Marqués de Villena quedó atrapado en la cueva como discípulo de Lucifer. Leyendas aparte, el lugar es muy recomendable. Así mismo conviene visitar el Palacio de Orellana, uno de los pocos edificios con corte renacentista en la ciudad.

Un lugar muy interesante es la Casa de las Muertes. Se llama así por las calaveras que adornan su fachada. La leyenda cuenta que el nombre surgió cuando se encontró a una mujer muerta en su interior sin que nadie pudiese dar alguna razón. La gente que pasaba a sus alrededores bajaba la voz con temor mórbido. En la actualidad es un rincón curioso que seguro merece alguna fotografía.

Otro curioso lugar que merece la pena ver es el Huerto de Calixto y Melibea. Aunque su nombre está puesto en honor a la obra “La Celestina”, como uno de los posibles escenarios de la obra inmortal, la influencia del jardín es musulmana. El paseo es muy agradable pues se puede observar gran variedad de plantas, árboles y flores. Está especialmente bonito en primavera y otoño.

Entre tantas idas y venidas seguramente el viajero necesitará un reposo. ¿Qué mejor que terminar el recorrido en la Plaza Mayor número 2, donde se encuentra el Café Novelty? El local está decorado en estilo clásico y tiene más de un siglo de antigüedad. Aparte de lo estimulante que resulta tomar algo en este tranquilo lugar, uno puede reflexionar en que Torrente Ballester escribió algunas de sus novelas en su interior. De este hecho guarda fiel memoria una estatua en el café.

Salamanca tiene tantos rincones y lugares especiales que es imposible enumerarlos aquí. Lo mejor es que el visitante los descubra por sí mismo con tiempo e ilusión. Seguro que no se arrepentirá.

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