Salamanca es una de las ciudades preferidas por los estudiantes
extranjeros para cursar sus carreras universitarias. De esta forma se sigue la
tradición de cientos de años. Además, la ciudad tiene muchísimos atractivos
históricos, turísticos y culturales. La Plaza Mayor se considera una de
las plazas más bonitas de la ciudad. La gastronomía salmantina es
sumamente apreciada por propios y foráneos. Sin embargo, Salamanca también es
conocida como la ciudad de las dos catedrales. ¿Por qué? Te explicamos esta
curiosa historia.
La conocida como Catedral Vieja se empezó a construir por iniciativa
de Jerónimo de Perigord, en el momento que el románico estaba siendo sustituido
por el gótico. Se finalizó en torno al año 1236. En el siglo XV surge la
necesidad de construir una nueva catedral, entre otras razones, por el fuerte
aumento demográfico y la enorme cantidad de gente que acudía a la Universidad.
Aunque en un principio se pensaba destruir la antigua, al final las obras de la
Nueva Catedral se proyectaron paralelas a ésta. En 1509 Fernando el Católico
ordenó a los arquitectos que habían construido la Catedral de Toledo y Sevilla
que empezaran las obras de la Nueva Catedral, que se terminó finalmente en 1733
tras numerosos problemas en la construcción.
Ambas Catedrales contienen elementos que les dan muchísimo valor
artístico y religioso, para los creyentes. El Retablo Mayor de la Catedral
Vieja pertenece a Daniel Delli que trabajó en la mayor parte de las 53 tablas
que contiene. Esta obra de incalculable valor presenta un ciclo de la vida de
la Virgen María (desde su nacimiento) hasta su muerte, pasando por todos los
eventos singulares de la vida de Jesús. Se construyó entre 1430 y 1450. Esta
Catedral también tiene la denominada Capilla de San Martín o Capilla del
aceite, con unas pinturas murales datadas del año 1262. Otra de las capillas
que tiene, la de Santa Bárbara, tenía usos académicos. El estudiante que iba a
pasar su examen de grado o doctorado pasaba toda la noche en la capilla
preparando este examen. Por la mañana entraban los profesores y se sentaban a
su alrededor. Si aprobaba el examen salía por la puerta principal donde le
esperan los amigos para hacer una fiesta. En caso contrario, salía por la
puerta de los carros, una pequeña salida donde no había ni amigos ni fiesta.
La Catedral Nueva tiene elementos muy apreciados, tales como el Coro,
construido por Joaquín Churriguera. Entre otras obras de arte, la Catedral
dispone de la imagen de la Piedad de Carmona, concretamente en la Capilla de
los Dolores. Muchos de los visitantes buscan en la puerta de Ramos, frente al
Palacio de Anaya, la figura de un astronauta esculpida en la parte izquierda.
Esta particularidad se añadió en 1992 por el cantero Miguel Romero durante su
restauración.
La visita a las dos Catedrales de Salamanca es imprescindible para
conocer mejor esta ciudad y comprender su historia y vivencias. Muchas
sorpresas aguardan a los viajeros que decidan descubrir los tesoros de esta
parte de la ciudad, sean creyentes o no.
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