lunes, 14 de mayo de 2012

Burgos, una ciudad milenaria para descubrir


Los encantos de Burgos son muchos y muy variados. No es de extrañar pues el viajero se encuentra con una ciudad de tradición milenaria repleta de historia, cultura y vivencias de todas las culturas y personas que han habitado sus calles. En la actualidad la habitan unas 180.000 personas que están dispuestas a compartir su magnífica ciudad con los miles de turistas que la visitan cada año.

Es cierto que muchas personas se sienten atraídas por la gastronomía de Burgos, algo que es lógico si se tiene en cuenta la inmensa variedad de las propuestas culinarias que se ofrecen, la mayoría de veces, a precios muy asequibles. Otras viajeros se sienten atraídos por el amplio conjunto monumental que alberga la ciudad, siendo sus exponentes principales su inmensa Catedral, la Cartuja de Miraflores o el Monasterio de las Huelgas.

No se descubre nada nuevo al decir que en ciertas épocas del año el clima es muy frío. De hecho, la nieve suele acompañar a los burgaleses varias veces durante el invierno. No obstante, el visitante encontrará una amplia oferta hotelera que culminará las expectativas más exigentes. Por supuesto, también se pueden encontrar alojamientos económicos, incluso albergues y pensiones para estudiantes y peregrinos.

El río Arlanzón es el principal eje fluvial de la ciudad, discurriendo de este a oeste. El río también es metáfora de la bulliciosa ciudad y de su riqueza patrimonial, cultural y artística. Los amantes de las iglesias y lugares de culto encontrarán un oasis en Burgos. Además de los monumentos mencionados anteriormente se pueden encontrar muchísimas iglesias que merecen mucho la pena. Algunos ejemplos son la Iglesia de la Merced, la Iglesia de San Lesmes o el Monasterio de San Juan. El Palacio Arzobispal de Burgos también es un lugar de sumo interés por su estilo neorrenacentista.

Los edificios laicos tampoco desmerecen. La mayoría de rutas turísticas de la ciudad incluyen el Arco de Santa María (una de las doce puertas que daban acceso a la ciudad en la Edad Media), El Castillo de Burgos (mandado construir por Diego Porcelos en los años de la Reconquista en 884) o la Casa de Miranda, sede del sorprendente Museo Arqueológico.

Uno de los lugares más fotografiados de la ciudad es la Estatua del Cid en la Plaza de Mío Cid, situada frente al Teatro Principal. Aunque la estatua no es demasiado antigua, de 1960, tiene mucho valor emocional para lo burgaleses, por exaltar al personaje más importante de cuantos han vivido en Burgos.

Burgos también es una ciudad verde, llena de parques y jardines inolvidables, como Fuentes Blancas o el Paseo de la Isla, paseo ubicado a orillas del río Arlanzón y que permite disfrutar de la naturaleza en estado puro en un entorno urbano. 

En fin, esta ciudad da para muchos recorridos, ya sean culturales, religiosos, artísticos o gastronómicos. Tampoco se debe olvidar sus lugares de ocio nocturno, que están muy bien y llenos de diversión para todas las noches. ¿Quién querría perderse una ciudad como Burgos?

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