Pocos lugares hay en el mundo que concentren y rebosen tan alegría,
fiesta y felicidad, como la fiesta que cada se celebra, más o menos en abril,
en Sevilla. Cada primavera, en el espectacular recinto ferial de Los Remedios,
en la capital hispalense, se juntan miles de personas, luces, farolillos de
papel, casetas y mucho alcohol para pasar unos días inolvidables.
Pese a lo que pueda parecer, el origen de la festividad no es
religioso. El 25 de agosto de 1846 dos empresarios propusieron a las
autoridades locales organizar una feria anualmente, privilegio que fue otorgado
finalmente por la reina Isabel II en marzo de 1847. La feria ganadera fue
evolucionando con el paso de los años, aunque el concepto de “casetas” se
impuso desde 1849, cuando el Ayuntamiento instaló la primera. Las “casetas”
están compuestas por una estructura de tubos recubiertos por una lona. El suelo
es de madera para poder bailar mejor. El número de “casetas” asciende a más de
1000, y algunas son de particulares, otras las gestionan empresas y así por el
estilo. En cada una de estas, se reúnen grupos de amigos y familiares con
música, buena comida y buen vino, así como otros licores. Los forasteros suelen
ser muy bien recibidos, así que el ambiente es propicio para la fiesta y el
regocijo.
La Feria de Abril es un espectáculo de luz y color permanente. Durante
el día, desde las 12 hasta las 20 horas, es el horario establecido para el
paseo de caballos y enganches, por lo que es posible ver decenas de caballos y
jinetes lo que aporta un sabor especial a este lugar. La mayoría de personas
visten con los trajes típicos, lo que añada mucho color a la ocasión. El
ambiente es festivo y alegre, y todo el mundo puede pasarlo muy bien durante
estos días.
Como hay miles de visitas durante el acontecimiento, el Ayuntamiento
tienen muy bien organizados los temas de aparcamiento (ofreciendo más de 10.000
plazas para vehículos de motor y también, para vehículos que transportan
caballos). El servicio de autobuses funciona excelentemente y hay un servicio
de lanzaderas gratuitas desde el aparcamiento previsto hasta la zona de la
Feria.
Durante los días que dura la Feria es posible ver numerosos
espectáculos taurinos y ecuestres. La plaza de toros de Sevilla, la Real
Maestranza, acoge a los mejor de la fiesta nacional durante unos días que
resultan muy intensos.
Si se quiere disfrutar al máximo de este viaje se deben tener en
cuenta varios factores. Normalmente, en Sevilla en abril hace muchísimo calor. Así
que conviene viajar con ropa fresca, zapatos cómodos y beber mucha agua para
estar totalmente hidratado (especialmente si se consume alcohol). Una buena
crema de protección solar y una gorra o sombrero nunca están de más. La música
no para en toda la noche, así que el límite lo debemos marcar nosotros. Pero un
buen descanso es necesario para disfrutar de la Feria de Abril, especialmente
si vamos a estar varios días. Eso sí, la experiencia será inolvidable. Por cierto, si aun nos quedan energías, se puede aprovechar para visitar la Giralda o la Cartuja en algún rato durante el día.
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