Pocos lugares de la geografía española tienen un cielo tan
espectacular la mayor parte del tiempo como la ciudad de Granada. Este color
alcanza su máximo esplendor al anochecer sobre el perfil de la Alhambra, una de
las vistas más hermosas que se pueden contemplar. En todo caso, la Alhambra de
Granada es un monumento inolvidable que no dejará indiferente a ninguno de sus
visitantes.
El nombre le viene del árabe y significa “Castillo Rojo”, haciendo
referencia a sus muros de color rojizo. Su ubicación es estratégica, pues se
encuentra en lo alto de la colina al-Sabika, en el margen izquierdo del río Darro,
frente a los barrios de Albaicín y de la Alcazaba. Se trata de un rico complejo
palaciego y fortaleza que tenía la función de alojar al monarca y a la corte
del Reino nazarí de Granada. Este monumento es el más visitado de España, con
más de dos millones de visitantes cada año.
La Alhambra es un repertorio inagotable de estilos arquitectónicos y
artísticos a cual más bello. La mayor preocupación de los arquitectos era
cubrir cada espacio, por pequeño que pareciera. Aunque el arte musulmán no
puede representar figuras, los temas de decoración son muy variados, siendo los
motivos caligráficos, la decoración vegetal, la lacería y las redes de rombos.
Cada una de las salas, jardines y rincones constituye un deleite inimaginable
para la vista y los sentidos.
La Alhambra está compuesta por la Alcazaba (zona militar que cuenta
con elementos tan significativos como la Terraza de la Torre del Cubo, la Torre
del Homenaje o el Jardín de los Adarves), los Palacios Nazaríes (principales
estancias que están formadas por el Palacio de Comares y el Palacio de los
Leones), así como otras dependencias. Como se puede entender, un solo día
resulta insuficiente para recorrer todas sus dependencias, aunque es mejor
pasar unas horas en este magnífico lugar que ninguna.
Es importante tener en cuenta estos consejos para la visita a Granada.
Debido a que hay tanta afluencia de visitantes, las entradas son válidas
únicamente para el día indicado que se adquieren, por lo que es necesario
comprarlas con mucha antelación (por internet) para asegurarse la visita. Los
Palacios Nazaríes es lo que más tráfico de gente acumula, por lo que es
imprescindible entrar en la franja horaria de media hora especificada en el
billete. El resto de los monumentos que componen la Alhambra (Alcazaba,
Generalife) tienen más flexibilidad de horario, sin embargo se debe respetar si
es por la mañana, tarde o noche. Una vez dentro de cada espacio, el visitante
puede permanecer en él hasta que se cierre.
Los precios de las entradas oscilan entre los 5 y los 15 euros.
Depende de si la entrada es para todo el día, para varios espacios o solo uno.
Una de las más interesantes es la que se denomina Circular Azul, pues por 15
euros permite la entrada nocturna a los Palacios (en verano de 22 a 23:30) y al
día siguiente, la entrada diurna a los Jardines, Alcazaba y Generalife.
La Alhambra es un lugar demasiado bonito para ser contado en unas
pocas palabras. Es imprescindible verlo para hacerse una idea del impacto de la
cultura musulmana en la Península Ibérica. Eso sí, antes de irse de recomienda
organizar bien el recorrido y leer sobre el tema para conocer con exactitud lo
que se va a ver, y de ese modo, apreciarlo mejor.


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