Ribadesella ofrece encantos ilimitados durante todo el año. La
oferta cultural, natural y gastronómica resulta magnífica para cualquier
familia, pareja o grupo de amigos. También es posible disfrutar si se viaja en
el modelo “single”, pues cada vez las actividades se organizan para todo tipo
de viajeros. Una de las excursiones más divertidas que se puede hacer en la
zona es el descenso del río Sella. Te contamos todos los detalles.
El descenso del río Sella permite una comunión muy especial con la
naturaleza. En la mayor parte del recorrido no hay vestigios de la civilización
moderna, por lo que uno puede sentirse como si viviera en otra época. Hay
numerosas empresas que ofrecen la excursión que consiste en recorrer unos 15
kilómetros en el río, partiendo desde Arriondas o un lugar próximo. La empresa
alquila la canoa, un recipiente hermético con comida y bebida para todo el día
y el chaleco salvavidas. Después recogen a los usuarios cerca de Ribadesella y
los devuelven al punto de origen en furgonetas. Estas excursiones salen muy bien
de precio y permiten disfrutar del río Sella a plenitud.
Algo importante es recordar que salvo que uno vaya con la firme
intención de competir, es importante evitar el Descenso Internacional del
Sella, que suele celebrarse en Agosto. En esta jornada se reúnen miles de
competidores y recorren 20 kilómetros a toda velocidad, no apto para
principiantes. Pero salvo este día, todos los demás permiten un descenso
relajado y divertido.
Muchos turistas y viajeros salen a primera hora de la mañana y van
parando en diferentes repechos del río que son muy bonitos. También es posible
tomar el baño si el tiempo lo permite. Se debe tener en cuenta que el agua del
río está bastante fría. Además, en los meses estivales hay menos caudal, por lo
que en algunas zonas habrá que bajarse literalmente de la canoa para empujarla
hasta que el agua cubra más. El descenso del Sella también tiene unos cuantos
rápidos que convierten la aventura familiar en un momento realmente
emocionante. Por supuesto, el tramo que está especificado para turistas no
tiene ningún peligro, y es habitual ver a niños pequeños en las canoas con sus
padres disfrutando de la jornada.
Como se llevan un bidón impermeable, es posible llevar la cámara de
fotos y tomar instantáneas de los lugares más pintorescos. A lo largo del
recorrido se pueden encontrar dos chiringuitos donde se sirven comidas y
bebidas. Muchos se toman este descenso como una jornada festiva con todas las
consecuencias, lo que incluye beber alcohol. Claro, cada uno puede hacer lo que
guste, pero el recorrido es largo y cansado. Si uno toma demasiado alcohol
puede repercutir en su rendimiento y costarle llegar al final. Lo que sí es
recomendable es beber abundante agua durante el descenso.
La aventura del descenso del Sella es un día especial. Tanto es así
que la mayoría de gente que lo ha hecho, repite en cuanto tiene ocasión. En
primavera es especialmente divertido, pues con las lluvias y el deshielo hay
muchísima agua en condiciones normales.
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