Bilbao es una ciudad de contrastes singulares y datos sorprendentes. Además de las cosas que todo el mundo conoce, tales como su extraordinaria gastronomía o su impresionante Museo Guggenheim, tiene aspectos que la convierten en una ciudad única y muy atractiva. Por ejemplo, la amplitud de sus zonas verdes. Según los últimos estudios Bilbao cuenta con unos 7 metros cuadrados de espacios verdes por habitante. Lo cierto es que los jardines de la capital vizcaína son muchos, pero además muy buenos. ¿Verdad que apetece descubrirlos?
Uno de ellos es el Parque de Doña Casilda. Su construcción se remonta a 1907 y su configuración inicial pertenece al arquitecto Ricardo Bastida y al ingeniero Juan de Eguiraun. Sus visitantes se dejan admirar por el precioso estanque con patos. Los más pequeños se maravillan con el tiovivo clásico. También es posible encontrar dos canchas de baloncesto, una fuente cibernética y hasta un escenario para actuaciones. Los amantes de la naturaleza podrán deleitarse contemplando sus magnolios y flores tan delicadas como las nissias sylvaticas o las magnolias glandifloras.
Otro de los parques importantes de la ciudad es el Etxebarria. Se trata de un magnífico ejemplo de como se puede restaurar un espacio industrial en desuso. Antes era una fundición de acero que ahora es un inmenso parque ubicado en una de las laderas que rodean la ciudad. Desde el parque se puede ver la zona centro de una forma muy bonita. En el centro de este parque se conserva una chimenea original en homenaje a la antigua fundición.
El Paseo de la memoria es bastante reciente, del año 2002. Forma parte de las obras de la zona Abandoibarra. Este parque tiene de particular que su recorrido está vertebrado por linternas verticales de doce metro de altura y tiene una zona infantil muy original, con columpios de diseño. También dispone de una terraza muy apetecible para tomar algo mientras se descansa. También se pueden encontrar esculturas de Chillida o Dalí en el centro comercial urbano Zubiarte.
El Parque Europa está situado entre los barrios de Santutxu, Otxarkoaga y Txurdinaga. Tiene multitud de paseos asfaltados que se combinan perfectamente con espacios verdes, áreas de recreo y esculturas. Cuenta a su vez con un invernadero, varios templetes, un frontón y una aula de gimnasia. En fin, para pasarse las tardes (o mañanas) realizando todo tipo de actividades.
Por último cabe destacar el Parque Bidarte. Su extensión alcanza los 10.000 metros cuadrados. Entre su herencia vegetal tiene el honor de contar con algunos de los plataneros más antiguos de Bilbao, muchos de ellos centenarios con más de 30 metros de altura. Tiene varias fuentes muy bonitas y una zona de juegos infantiles. Todas las tardes es frecuente ver a familias con niños que disfrutan de las extraordinarias instalaciones.
Las zonas verdes de Bilbao constituyen una razón excelente para visitar la ciudad y recrearse en sus cuidados espacios naturales. Su visita no defraudará al viajero que decida respirar aire puro en un entorno tan cosmopolita.
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