¿Cómo sacar el mejor
partido posible para una visita a una de las ciudades más bonitas de la
Península Ibérica? Aquí se recopilan unos cuantos consejos que merece la pena
tenerlo en cuenta.
Lo primero que hay que
hablar es del clima. Bilbao está en la vertiente atlántica, por lo que su clima
es oceánico húmedo. Normalmente el clima es templado durante todo el año, lo
cual no quiere decir que no haga frío en invierno. En verano no hace demasiado
calor (normalmente) y suele llover bastante en primavera y otoño. De todas
formas, si uno es friolero, es mejor llevar algo de abrigo especialmente al
final del verano, pues las noches suelen ser frescas.
En Bilbao hay dos
idiomas oficiales, el euskera y el español. Ambos se utilizan en las
administraciones y servicios públicos. En los comercios no habrá problema si
uno no sabe hablar euskera. De todas formas, por amabilidad, tampoco está de
más aprenderse algunos términos sencillos para iniciar las conversaciones,
tales como “agur” (adiós), “kaixo” (hola), “mesedez” (por favor), “egunon”
(buenos días) y cosas por el estilo.
La ciudad de Bilbao
combina muy bien las tradiciones más arraigadas con las nuevas tendencias y las
últimas tecnologías. Un aspecto que se agradece que sea bastante tradicional es
su gastronomía. La ciudad está repleta de buenos restaurantes que
ofrecen excelentes servicios a precios muy competitivos. Otra tradición muy arraigada
entre los bilbaínos es el “tkikiteo” o “poteo”, ir de pinchos o tapas. Por
cierto, a esta costumbre se acomodan fácilmente los turistas y viajeros
ocasionales.
La mayoría de los
ciudadanos son muy sensibles a dos estamentos: la Virgen de Begoña, patrona de
los vizcaínos cuya celebración es el 11 de octubre (normalmente se la conoce
como “Amatxu”) y el Athletic de Bilbao. Su campo, “San Mamés” o “La Catedral”
es muy apreciado por las gentes de esta zona y su pasión y devoción por este
club se palpa en todos los rincones.
Bilbao es una ciudad
moderna y segura. Cuenta con la colaboración de la policía municipal, la
Ertzaintza (policía autonómica) y la policía nacional. La ciudad también cuenta
con una amplia infraestructura sanitaria que cubre las posibles contingencias
de un viajero mediante el Servicio Vasco de Salud. Los vecinos europeos tienen
garantizada la asistencia sanitaria mediante la Tarjeta Sanitaria Europea.
Hasta en los mejores
viajes pueden surgir dificultades. Si son ocasionadas por malos servicios se
puede reclamar en la Oficina Municipal de Atención al Consumidor. En caso de
que el turista sea víctima de un delito puede recibir la atención inmediata de
alguna de las diferentes policías.
Otro aspecto a tener en
cuenta son los hoteles de Bilbao. Todas las
categorías y precios están representadas sobradamente. No obstante, todos
tienen en común el servicio profesional y exquisito que ofrece su personal
altamente cualificado.
En definitiva, Bilbao
es una ciudad amigable, hospitalaria y muy bonita. Los visitantes son recibidos
con gusto y encanto. Es por eso que la mayoría de gente que visita Bilbao una
vez acaba regresando.
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