jueves, 16 de agosto de 2012

Lugares insólitos de Sevilla


Sevilla es una ciudad inagotable de lugares de interés. Sus rutas turísticas se complementan con propuestas de ocio clásicas e innovadoras para entretener a todo tipo de turistas. No obstante, cuando uno busca algo más siempre le será posible encontrarlo en una ciudad como esta.

Uno de los lugares más fascinantes de la ciudad, que se salen de lo típico que ve el turista que solo pasa un par de horas en ella, es el edificio de Jurgen Mayer. Se llama Metropol Parasol. Se trata de un insólito edificio en el término más exacto de la palabra. El edificio tiene una plaza elevada y un mirador de la ciudad con vistas muy impresionantes. La construcción es una suerte de colmena extraterrestre que deja boquiabiertos a todos los que se acercan a admirarla. También tiene un antiquarium con restos romanos encontrados en la zona.

Un lugar que pasa bastante desapercibido para la mayoría es la Casa de Pilatos, un palacio cuya construcción se inició en 1483. ¿Por qué es recomendable su visita? Su belleza espectacular, combinación del renacentismo italiano con el mudéjar español. De hecho, se considera como el prototipo del palacio andaluz. Como curiosidad cabe destacar que este edificio se han rodado varias películas tan famosas como “Lawrence de Arabia”, “1492: la conquista del paraíso” o “Día y noche”. El palacio conserva obras de arte de incalculable valor y su visita está muy recomendada.

Dice la tradición que la Glorieta o el rincón de Bécquer, como se le suele conocer, es donde los enamorados se juran amor eterno. Se trata de un parque precioso, con una estatua compuesta de varias figuras que rinde homenaje al inmortal escritor. Hay un banco frente al sauce llorón que alberga las figuras que permite evoca la imaginación y deja entrar a los que se lo permiten, en un mundo de ensoñaciones literarias. Claro, si uno va sin pareja no por ello tiene que dejar de disfrutar de semejante estampa. Al fin y al cabo, cada uno se monta la vida como quiere o puede.

La calle Sierpes es uno de esos lugares que se pueden visitar una y otra vez sin cansarse nunca. Son las Ramblas de Sevilla, una calle bulliciosa, llena de mendigos, compradores compulsivos, estudiantes, artistas. El lugar está repleto de bares, cafeterías y tiendas donde hacer cambalaches, tomar una copa o hacer una tertulia mientras se exalta la amistad con la ayuda del alcohol. Si uno quiere hacer compras es el lugar perfecto, pues además de los típicos souvenirs, se encuentran productos únicos y especiales, al amparo de la tradición y de unos comerciantes que no se han dejado invadir por el afán franquiciador de las grandes superficies.

Después de una jornada tan larga se agradece encontrar reposo y cobijo y comer algo bueno en alguno de los maravillosos restaurantes de Sevilla. Quizás otro día se pueda visitar la isla de la Cartuja y comprobar con ojos ávidos de respuestas qué ocurrió con las magníficas infraestructuras de la Expo 92.

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