miércoles, 8 de agosto de 2012

Dónde comer en Sevilla


Si se visita Sevilla durante la Feria de Abril, seguramente es fácil encontrar numerosos establecimientos para comer durante este evento alrededor de las instalaciones preparadas a tal efecto. En la zona de la Giralda no son pocos los bares, restaurantes y fondas donde se puede degustar la excelente gastronomía de la zona. Sin embargo, hay muchos más sitios excelentes, y normalmente, a buen precio, para comer en esta maravillosa ciudad.

Uno de los restaurantes más emblemáticos es “La Flor de Toranzo” o, como lo conocen los sevillanos, el Trifón. Entre las muchas especialidades de la casa, destacan el montadito de lomo al jerez con manzana. Este lugar es prolífico en tapas extraordinarias y tiene unos vinos muy buenos.

Ir a una bodega en Sevilla es uno de los ejercicios más estimulantes que se pueden hacer en la zona. Es el caso de la Bodeguita Antonio Romero, situada en la parte trasera de la Real Maestranza. La decoración de este local es muy típica, pero sin extravagancias. Las tapas que se sirven son excepcionales y siempre regadas con un buen caldo o cerveza fresquita, según las preferencias del consumidor. Lo bueno de este tipo de locales es que los precios llaman la atención por lo económico de las propuestas.

Otro de los locales que recomiendan algunos ciudadanos prominentes de Sevilla es la Casa Morales, que se encuentra en la zona de la Catedral. En este lugar se rinde culto a los pescados fritos y vinos de muy alta calidad. Claro, también se sirven carnes y todo tipo de productos para adaptarse a los gustos de todos los clientes. Se nota que los regentes de este establecimiento (y de lugares similares) aman su trabajo y el servicio bien dado a la gente. Esto es un plus importante que hará muy agradable la experiencia de tapear por la ciudad.

No todo tiene que ser carne o pescado. Hay establecimientos especializados en las verduras, como por ejemplo Las Cuevas, en la calle Virgen de las Huertas, 1. Uno de sus guisos estrellas es la berenjena frita con miel. La combinación es extraordinaria y permite degustar auténticas delicatessen a precios más que asequibles.

Claro, hay público para todos los gustos. También hay franquicias dispersadas por toda la ciudad para los que prefieren otro tipo de comidas menos tradicionales. Una de las franquicias más apreciadas por la gente joven con cierto poder adquisitivo es Peggy Sue, una típica hamburguesería ambientada en los años 60 en los Estados Unidos. La comida es muy buena (aunque tipo hamburguesería, claro). Los batidos y los helados son excelentes, y la decoración es muy agradable.

De todas formas, siempre es recomendable probar los lugares que sirven la comida propia de una zona. Y en ese sentido, Sevilla da la nota máxima por variedad, servicio, calidad y buen precio. Visitar una ciudad tan impresionante y poder paladear delicias en cada esquina, es un placer al alcance de todos los que decidan a acercarse a conocer o a reconocer a la ciudad de Híspalis. ¿Te apuntas?

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