miércoles, 23 de mayo de 2012

Una mirada diferente a Tarragona


Durante los meses estivales, es habitual que la mayoría de turistas acudan a Tarragona para disfrutar de sus impresionantes playas. No en vano son de las mejores de toda la Península Ibérica. Sin embargo, no todos los viajeros quieren estar todas sus vacaciones tumbados al sol, hay muchas personas, cada vez más, que prefieren también descubrir los encantos de la ciudad de Tarragona, y por qué no, disfrutar de su exquisita gastronomía. Sin embargo, hay una Tarragona alternativa que ofrece muchas sorpresas y diversiones a los que se atrevan a descubrirla.

Existe una ruta eminentemente cultural que se llama “La Ruta de los Primeros cristianos”. Se trata de un recorrido muy especial lleno de emociones. Entre los monumentos más destacados que la componen se encuentran la Torre del Pretorio y bóveda larga, donde eran encarcelados los primeros mártires, y el anfiteatro, donde eran asesinados cruelmente. También son de interés el Área Funeraria de Francolí y la Villa romana de Centcelles, propiedad de un terrateniente cristiano que muestra cómo era la vida en esa época.

Los que gustan de visitar museos diferentes, encontrarán mucha diversidad en Tarragona. Destacan por originales el Museo de Faros, el Museo del Puerto (junto al anterior) o el Museo Bíblico Tarraconense, donde se guardan piezas de incalculable valor. También es muy lúdico el Museo de la Festa (de la Fiesta) que permite conocer bastante bien los usos y costumbres de la zona.

Claro, no todos los viajeros quieren darle un toque tan cultural a su visita. Por eso la ciudad tiene ofertas de ocio y diversión ilimitadas. Una opción muy interesante es ir de compras por la ciudad. El comercio está muy asentado en Tarragona y se pueden realizar muchas compras por las distintas zonas de peatones. Una de las calles comerciales más importantes es la Rambla Nova, arteria de la ciudad. Esta calle está repleta de pequeños comercios tradicionales y más modernos. En la parte alta hay un buen número de anticuarios que ofrecen la posibilidad de comprar un pedazo de historia a buen precio. Los comercios tradicionales se han agrupado bajo una marca denominada “La T de Tarragona”, de forma que pueden ofrecer mejores servicios a mejor precio.

Por supuesto, la ciudad cuenta con varios centros comerciales que son bastante parecidos al resto de la geografía española. Quizás lo más diferenciador de una ciudad son sus mercados municipales: el Mercado Central y el Mercado Municipal de Torreforta, auténticos baluartes de la tradición y los productos frescos. De martes a domingo también es posible encontrar diferentes mercadillos en distintas calles de la ciudad. El 1er y 3er viernes de cada mes hay un mercadillo de antigüedades en la Rambla Nova así como todos los domingos en la parte alta del Casco Antiguo.

Tarragona también ofrece muchos locales de ocio nocturno para distintos bolsillos. El turista puede estar día y noche activo (y no es una metáfora) disfrutando todo lo Tarragona tiene que ofrecer a los que salen de los circuitos tradicionales y desean conocer la auténtica ciudad.

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