Durante los meses
estivales, es habitual que la mayoría de turistas acudan a Tarragona para
disfrutar de sus impresionantes playas. No en vano son de las mejores de
toda la Península Ibérica. Sin embargo, no todos los viajeros quieren estar
todas sus vacaciones tumbados al sol, hay muchas personas, cada vez más, que
prefieren también descubrir los encantos de la ciudad de Tarragona, y
por qué no, disfrutar de su exquisita gastronomía. Sin embargo, hay una
Tarragona alternativa que ofrece muchas sorpresas y diversiones a los que se
atrevan a descubrirla.
Existe una ruta
eminentemente cultural que se llama “La Ruta de los Primeros cristianos”. Se
trata de un recorrido muy especial lleno de emociones. Entre los monumentos más
destacados que la componen se encuentran la Torre del Pretorio y bóveda larga,
donde eran encarcelados los primeros mártires, y el anfiteatro, donde eran
asesinados cruelmente. También son de interés el Área Funeraria de Francolí y
la Villa romana de Centcelles, propiedad de un terrateniente cristiano que
muestra cómo era la vida en esa época.
Los que gustan de
visitar museos diferentes, encontrarán mucha diversidad en Tarragona. Destacan
por originales el Museo de Faros, el Museo del Puerto (junto al anterior) o el
Museo Bíblico Tarraconense, donde se guardan piezas de incalculable valor.
También es muy lúdico el Museo de la Festa (de la Fiesta) que permite conocer
bastante bien los usos y costumbres de la zona.
Claro, no todos los
viajeros quieren darle un toque tan cultural a su visita. Por eso la ciudad
tiene ofertas de ocio y diversión ilimitadas. Una opción muy interesante es ir
de compras por la ciudad. El comercio está muy asentado en Tarragona y se
pueden realizar muchas compras por las distintas zonas de peatones. Una de las
calles comerciales más importantes es la Rambla Nova, arteria de la ciudad.
Esta calle está repleta de pequeños comercios tradicionales y más modernos. En
la parte alta hay un buen número de anticuarios que ofrecen la posibilidad de
comprar un pedazo de historia a buen precio. Los comercios tradicionales se han
agrupado bajo una marca denominada “La T de Tarragona”, de forma que pueden
ofrecer mejores servicios a mejor precio.
Por supuesto, la ciudad
cuenta con varios centros comerciales que son bastante parecidos al resto de la
geografía española. Quizás lo más diferenciador de una ciudad son sus mercados
municipales: el Mercado Central y el Mercado Municipal de Torreforta,
auténticos baluartes de la tradición y los productos frescos. De martes a
domingo también es posible encontrar diferentes mercadillos en distintas calles
de la ciudad. El 1er y 3er viernes de cada mes hay un mercadillo de
antigüedades en la Rambla Nova así como todos los domingos en la parte alta del
Casco Antiguo.
Tarragona también
ofrece muchos locales de ocio nocturno para distintos bolsillos. El turista
puede estar día y noche activo (y no es una metáfora) disfrutando todo lo
Tarragona tiene que ofrecer a los que salen de los circuitos tradicionales y
desean conocer la auténtica ciudad.
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